El Gobierno incrementará ligeramente el umbral de renta que deben acreditar las familias para beneficiarse por los descuentos en la factura mediante el bono social eléctrico, incluirá de forma automática a todos los perceptores del ingreso mínimo vital y permitirá que pueda haber más de un beneficiario por domicilio, siempre que sea entre personas que compartan piso sin tener ningún otro vínculo familiar o afectivo.

La ampliación de beneficiarios del bono social eléctrico forma parte de las medidas en materia energética de plan nacional para hacer frente a las consecuencias económicas derivadas de la guerra en Ucrania que ha aprobado este martes el Consejo de Ministros, mediante aspectos con los que quiere sumar 600.000 personas a este instrumento, de modo que el Gobierno espera que el número total de beneficiarios alcance a entre 1,8 o 1,9 millones de personas, lo que supone un 10% de los hogares españoles.

Por una parte, se hará incrementando un 0,3% la valoración del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), la referencia para esta y otras ayudas públicas, en el caso de los adultos que habiten un hogar que lo solicite y un 0,5% en el caso de los menores que vivan en él.

Por ejemplo, ahora tienen derecho a acogerse al bono social los hogares donde no haya menores y con ingresos equivalentes a 1,5 veces el IPREM en 14 pagas. Con la modificación aprobada este martes, este coeficiente sería de 1,8 veces el IPREM. Cuando haya un menor en el hogar, el umbral de renta requerido era de dos veces el IPREM, al que se añade un 0,3% por adulto y 0,5% por menor.

"Los descuentos del 60% y el 70% para los consumidores vulnerables y los vulnerables severos se mantendrán hasta el 30 de junio", dice el plan del Gobierno. Además, a partir de hora todos los perceptores del ingreso mínimo vital lo serán también del bono social eléctrico, que también como novedad se renovará automáticamente.

Por otra parte y de la misma manera que ocurre para el ingreso mínimo vital, personas que compartan casa pero entre quienes no haya vínculos familiares o afectivos podrán pedir cada uno el suyo, siempre que cumplan los requisitos. 

Según ha dicho la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, en este caso se trata de "un cambio que es simbólico pero importante, dejamos de hablar de familias y empezamos a hablar de convivientes, con una flexibilidad mayor que hasta la fecha, que podía generar dificultades para personas bajo el mismo techo y asociadas a un mismo tipo de contrato".